miércoles, 18 de noviembre de 2015

EL MISTERIO DE LOS ÁRBITROS DORMIDOS




TÍTULO: EL MISTERIO DE LOS ÁRBITROS DORMIDOS
AUTOR: ROBERTO SANTIAGO
EDITORIAL: SM
ILUSTRACIONES: ENRIQUE LORENZO



RESUMEN:

            Dentro del grupo de los primeros puestos en la liga de fútbol, el equipo “los futbolísimos” se encuentra en el último lugar. Si pierden cuatro partidos más, bajan de posición y el equipo quedaría esparcido.
            Este equipo lo forma un grupo de chicos y chicas: con el número 1, Camuñas (el portero). Con el número 2, Angustias (lateral derecho). Con el número 3, Marilyn (lateral izquierdo). Con el número 4, Tomeo (defensa central). Con el número 5, Toni (medio centro) y, por cierto, muy chulito. Con el número 6, Elena (media punta). El 7, Paquete (delantero centro) y protagonista de la historia.  El número 8, Ocho (suplente) y, por último, la número 10, Anita (la portero suplente).
            Era un equipo muy unido y se llevaban muy bien todos. Siempre estaban bromeando con sus nombres, que eran muy curiosos.
            Llegó el momento de jugar el primero de los cuatro partidos. El resultado fue 1-0 en contra de los Futbolísimos. Había ocurrido una cosa muy curiosa. El árbitro se había quedado dormido (ante el asombro de todos) justo en el momento en que le hicieron un penalti a Paquete. Como el árbitro se había dormido, entró otro suplente para la segunda parte.
            En el segundo partido ocurre algo muy parecido. El árbitro se duerme (era otro) y tiene que venir otro suplente para el segundo tiempo.
            En el tercer partido, vuelve a pasar lo mismo. Todos querían saber la causa de que los árbitros se durmieran en medio de los partidos.
            Reunido todo el equipo, hablaron sobre ello. Tenían como principal sospechoso a un entrenador de otro equipo, llamado Chacón. Como sabían dónde vivía, decidieron ir a su casa a investigar. Estaba allí una sirvienta que les abrió la puerta y les dejó entrar creyendo que era el equipo del entrenador Chacón. Unos minutos más tarde, llegó a casa el entrenador y tuvieron que salir cada uno como pudo. Paquete tuvo que salir por la puerta mientras los demás lo hacían por la ventana. El entrenador se enteró de la peripecia de alguna manera, porque acto seguido se fue a hablar con los padres de Paquete y tuvo que sufrir un castigo, no podía jugar el último partido.
            Cuando llegó el momento de jugarlo, en la primera parte, el otro equipo les metió un gol. En el descanso tuvieron tiempo para hablar y decidieron quitar a dos jugadores. A uno le dolía la cabeza y al otro lo quitaron porque fue el único que no quería retirarse. Era Toni el chulito. Cuando llegó la segunda parte, el árbitro, de nuevo se duerme y tuvieron que traer al suplente otra vez.
            El padre de Paquete era policía. Había estado investigando hasta que dio con el culpable. Resulta que el árbitro suplente colocaba un jabón en el vestuario del árbitro principal. Con el uso de este jabón, el árbitro quedaba drogado. La policía le arrestó y nunca más pudo ser árbitro. Tuvo que pagar una multa, pero no fue a la cárcel.


                                                                       FIN

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