domingo, 3 de abril de 2016

LOS CRETINOS

TÍTULO: LOS CRETINOS

AUTOR:ROALD DAHE
EDITORIAL: ALFAGUARA
ILUSTRACIONES: QUENTIN BLAKE



RESUMEN:

            Este libro trata de una pareja que está formada por la señora y el señor Cretino. El señor Cretino es un hombre muy barbudo, cada vez que sonreía, se le quedaban restos de comida en la barba. La señora Cretino era una mujer muy fea, dicho con todo el cariño…

            El señor y la señora Cretino estaban constantemente haciéndose jugarretas el uno al otro. La primera de ellas la hizo la señora Cretino. Él estaba tomándose una cervecita en su jarra, y la señora Cretino, como tenía un ojo de cristal, lo metió dentro de la jarra. El señor Cretino bebió y bebió hasta que se dio cuenta de lo que había dentro de la jarra. La señora Cretino se partía de risa. Él se cabreó mucho y pensó en devolvérsela en cuanto pudiera, entonces, un día él se fue por la noche a coger una rana del río, y la metió dentro de la cama de la señora Cretino. Cuando se fueron a dormir, ella notó algo frío que se movía y se asustó mucho. Los comentarios del señor Cretino la pusieron todavía más nerviosa y terminó desmayada. Finalmente, durmió en el sofá, mientras la rana pasó la noche plácidamente en la almohada de la señora Cretino. Por supuesto, la señora Cretino estaba dispuesta a devolverle la jugada, con lo que se fue a comprar espaguetis y cogió unos gusanos vivos que cocinó junto con los espaguetis. Echó mucho tomate para que no se notaran los gusanos. El señor Cretino se los comió todos, y fue en ese momento cuando la señora Cretino le contó toda la verdad.

            Así continuaron y continuaron haciéndose jugadas el uno al otro. El señor Cretino, de vez en cuando, pegaba cola en un árbol muerto que había en su jardín, y muchas veces los pobres pájaros se quedaban pegados en ella. Él aprovechaba entonces para comerse los pájaros dentro de un pastel que preparaba todos los miércoles la señora Cretino. Los pájaros se vengaron de él y pusieron todos los muebles de su casa pegados en el techo, como si toda la casa estuviera del revés.

            El señor y la señora Cretino terminaron sus días también pegados cabeza abajo, víctimas de sus propias travesuras…

No hay comentarios:

Publicar un comentario